miércoles, 20 de mayo de 2015

Oda a la mosca


Esta depravada mosca
se ha propuesto joder mi ocio
con tan odiosa insistencia...

Reviento en tenaz ataque; 
esquiva todos los golpes 
con la maestría del boxeador mañoso 
portada de la revista. 

Creo tenerla al alcance 
y suelto toda mi furia 
con ganas de arrancarle la miserable vida;
entonces se desvanece 

–aún no explica la ciencia 
tan misterioso escapismo 
irritable hasta lo bufo–. 

Cuando pïenso “ya se ha ido”, 
aparece ella en mi frente,
tuna humilladora en toda su insignificancia; 
pisoteado por seis patas. 

El boxeador de la portada atina un gancho 
en mi desquiciada testa; 
la mosca revolotea 
frente a mí, ridículo árbitro 

de este insólito combate 
donde el degradado vence: 
rompo al boxeador con mis dientes. 

Y de tan insoportable que es este insecto 
me exilio de la cama 
maldiciendo: “¡maldita suerte!” 

No hay comentarios: