El
relato en el espejo
El
grupo fue menguando en el transcurso de las dos horas anteriores al
amanecer, y cuando la aurora anunció la aparición del sol por
levante, sólo Gigi seguía en las ruinas del anfiteatro, acompañando
a Momo, así que tuvieron tiempo de contemplarse en el espejo de
plata antes de que éste fuese empañado por la radiante alborada.
Entonces el príncipe Girolamo le contó a la princesa Momo las
aventuras de una huerfanita llamada Momo, quien tenía la rara virtud
de escuchar con tanta atención, que a su alrededor la gente empezó
a ser mejor porque ella los escuchaba, y que tuvo que combatir a una
sociedad secreta de ladrones de tiempo...
– O
–
Extractos
“les
parecía que la vida representada era, de modo misterioso, más real
que su verdadera vida cotidiana. Y les gustaba contemplar esa otra
realidad.”
“las
cigarras cantaban la siguiente estrofa de su interminable canción
que, por lo demás, no se diferenciaba en nada de las estrofas
anteriores.”
“―[…]
¿Quién te ha llamado así?
―Yo
―dijo
Momo.
―¿Tú
misma te has llamado así?
―Sí.”
“―Por
lo que puedo recordar, siempre he existido.”
“A
veces tardaba dos horas en contestar, pero otras tardaba todo un día.
[…]
se
tomaba tanto tiempo para no decir nunca nada que no fuera verdad.
Pues en su opinión, todas las desgracias del mundo nacían de las
muchas mentiras, las dichas a propósito, pero también las
involuntarias, causadas por la prisa o la imprecisión.”
“―Nunca
se ha de pensar en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Sólo hay
que pensar en el paso siguiente”
“¿Quién
os dice a vosotros que las historias que ponen en los libros sabios
no sean también inventadas, sólo que nadie se acuerda ya?”
“Míralos,
lo que parecen los que
han vendido la vida y el alma por un poco de bienestar. No, a eso no
juego yo.”
“La
cuenta está equivocada, pero cuadra”.
“Hay
calendarios y relojes para medirlo, pero eso significa poco, porque
todos sabemos que, a veces, una hora puede parecernos una eternidad,
y otra, en cambio, pasa en un instante; depende de lo que hagamos
durante esa hora.”
“¿Qué
estoy haciendo de mi vida? El día que me muera será como si nunca
hubiera existido”.
“no
tenía la menor idea de cómo habría de ser eso de vivir de verdad.
Sólo se imaginaba algo importante, algo muy lujoso, tal como veía
en las revistas.”
“gasta
el tiempo de un modo totalmente irresponsable”.
“usted
sabrá cómo se ahorra tiempo. Se trata, simplemente, de trabajar más
de prisa, y dejar de lado todo lo inútil.”
“Deje
el cuarto de hora diario de reflexión, no pierda su tiempo precioso
en cantar, leer, o con sus supuestos amigos.”
“―[…]
¿qué haré con el tiempo que me sobre? […].
―[…]
Puede usted estar seguro de que no se perderá nada del tiempo que
usted ahorre. Ya se dará cuenta de que no le sobra nada.”
“Puedo,
pues, darle la bienvenida a la gran comunidad de ahorradores de
tiempo. Ahora también usted […] es un hombre realmente moderno y
progresista ¡Le felicito!”
“El
propósito de ahorrar tiempo para poder empezar otra clase de vida en
algún momento del futuro”.
“de
todo el tiempo que ahorraba no le quedaba nunca nada.”
“Diariamente
se explicaban, por radio, televisión y en los periódicos las
ventajas de nuevos inventos que ahorraban tiempo, que, un día,
regalarían a los hombres la libertad para la vida “de verdad”.
En las paredes se pegaban carteles en los que se veían todas las
imágenes posibles de la felicidad.”
“tenían
que aprovechar incluso los ratos libres, con lo que tenían que
conseguir como fuera y a toda prisa diversión y relajación.”
“Pero
lo que más les costaba soportar era el silencio. Porque en el
silencio les sobrevenía el miedo, porque intuían lo que en realidad
estaba ocurriendo con su vida. Por eso hacían ruido siempre que los
amenazaba el silencio.”
“El tiempo es precioso –
no lo pierdas
El tiempo es oro –
ahórralo”
“Y
estas calles monótonas crecía y crecían y se extendían hasta el
horizonte: un desierto de monotonía. Del mismo modo discurría la
vida de los hombres que vivían en ellas: derechas hasta el
horizonte.”
“esas
cosas eran tan perfectas hasta el menor detalle, que uno no se podía
imaginar nada.”
“acababan
volviendo a sus viejos juegos, para los que les bastaban un par de
cajas, un mantel roto o un puñado de guijarros. Entonces podían
imaginárselo todo.”
“Todo
está perfectamente organizado, ¿sabes? Hasta el último detalle...”
“―Hola,
soy Bebenín,
la muñeca perfecta.”
“Si
la muñeca por lo menos no hubiera dicho nada […] precisamente por
hablar, Bebenín
impedía
cualquier diálogo.”
“esa
tarde era tan calurosa que el aire ondulaba bajo el sol”.
“―[…]
¿Quieres decirme qué le falta a esa muñeca perfecta?
[…]
―[…]
que no se la puede querer.”
“Todo
el mundo es un gran cuento y nosotros actuamos en él.”
“la
cuestión era que cada vez más gente tenía menos tiempo, aunque
todos se dedicaban a ahorrar tiempo por todos los medios. Pero
precisamente ese tiempo que ahorraban la gente lo perdía.”
“―[…]
Sabe exactamente que a nosotros no puede mentirnos. ¿Por qué lo
intenta?
―Es
una... deformación profesional”. Nota:
No se trata de abogados sino ladrones de tiempo. Conste que se hace
la aclaración.
“―Sus
intenciones no nos importan ―repuso el juez―. Sólo nos importan
los resultados.”
“No
aceptamos las circunstancias atenuantes. Nuestra ley es intransigente
y no permite ninguna excepción.”
“calculada
muy exactamente [...]”
“El
que el suceso no haya ocurrido antes de ahora no significa que no
pueda repetirse.”
“Tenemos
que enfrentarnos al hecho de que una potencia extraña se ha
inmiscuido en nuestros asuntos.”
“la
mención de ese nombre no es del todo decente.” Nota:
En
exceso tenemos innombrables en Colombia.
“no
sólo debemos estar dispuestos a sacrificar el tiempo de una vida
humana una vez más, o un múltiplo de ello; no, señores, si es
necesario tenemos que estar dispuestos a arriesgarlo todo,
repito, todo.”
“quien
posee el tiempo de los hombres tiene un poder ilimitado.”
“no
existe el instante, sólo el pasado o el futuro.”
“una
especie de música que no se oye porque suena siempre.”
“lo
que los hombres hacen con su tiempo, tiene que decidirlo ellos
mismos. También son ellos quienes han de defenderlo.”
“Si
los hombres supiesen lo que es la muerte ya no le tendrían miedo. Y
si ya no le tuvieran miedo, nadie podría robarles, nunca más, su
tiempo de vida.”
“todavía
han de crecer en ti las palabras.”
“Fue
devorada con la misma urgencia que todas las otras y olvidada con la
misma rapidez. Se le exigían más historias.”
“Llevado
por el miedo de que el éxito pudiera abandonarlo”. Nota:
Aquellos
que dejaron de ser artistas por “deberse a su público”, y la
“industria cultural” los convirtió en mero entretenimiento. Ojo,
Vargas Llosa, que te pueden encerrar en el chiquero de ‘La
civilización del espectáculo’.
“ahora
era rico y famoso y, ¿acaso no era eso lo que había soñado toda su
vida?” Nota:
Crisis
del artista subyugado por la “industria del entretenimiento”.
“Quedaba
poco del viejo Gigi. Pero un día hizo de tripas corazón y decidió
tomar conciencia de sí mismo. Ahora era alguien, se decía, cuya voz
tenía peso y al que escuchaban millones. Quién, sino él, podía
decirles la verdad a los hombres.” Nota:
De
la crisis a la denuncia de la falsa y fatua “industria del
entretenimiento”.
“¿Acaso
crees en serio que lo que eres ahora lo debes a tu insignificante
talento?”
“Mejor
que le cuentes a la gente lo que quiere oír.”
“No
te tomes tan en serio a ti mismo. En el fondo, tú no importas.”
“Se
convirtió en el payaso, en el pelele de su público, y lo sabía.
Comenzó a odiar su actividad. Y así, sus cuentos se volvían cada
vez más estúpidos o sentimentaloides. Pero eso no dañaba su éxito;
al contrario, se decía que era un nuevo estilo y muchos trataban de
imitarlo. Se convirtió en la gran moda.”
“Gigi
el soñador se había convertido en Girolamo el embustero.”
“―No
puede ser ―decían otros― que
se ponga en peligro la fluidez del tráfico por culpa de niños
vagabundos. El aumento de accidentes causados por los niños en las
calles cuesta cada vez más dinero que se podría emplear mejor en
otros usos.
―Los
niños sin vigilancia ―explicaban otros― se estropean moralmente
y se convierten en delincuentes. […] Hay que construir
instalaciones ´donde se les eduque para que sean miembros útiles y
eficientes de la sociedad.
Otros
decían:
―Los
nisños son el material humano del futuro. El futuro será una época
de máquinas a reacción y cerebros electrónicos. Se necesitará un
ejército de especialistas y técnicos para manejar todas esas
maquinarias. Pero en lugar de preparar a nuestros hijos para ese
mundo de mañana permitimos todavía que muchos de ellos pierdan gran
parte de su precioso tiempo en juegos inútiles. Es una vergüenza
para nuestra civilización y un crimen ante la humanidad futura.”
“Los
vigilantes prescribían los juegos, que sólo eran aquellos con los
que también aprendían alguna cosa útil.”
“Puso
su mejilla sobre el papel. Ya no tenía frío.”
“lo
más peligroso que existe en la vida son las ilusiones que se
cumplen.”
“Ya
no me queda nada con qué soñar.”
“pobre,
y sin ilusiones… No, Momo, eso será el infierno.”
“Como
nadie le podía decir dónde estaba, no le quedaba más que la
esperanza de que sus caminos se cruzaran por casualidad.”
“Temía
perder a Beppo por esperarle y temía perderlo por no esperarle.”
“hay
riquezas que lo matan a uno si no puede compartirlas.”
“el
verdadero tiempo no se puede medir por el reloj o el calendario.”
“No
nos dejarán perder el tiempo inútilmente.”
“Ya
no hay nadie con quien puedas compartir tu tiempo.”
“Ellos
mismos han convertido el mundo en un lugar donde ya no hay sitio para
ellos.”
“El
tiempo ha comenzado una vez y acabará una vez, cuando los hombres no
lo necesiten más.”
“es
un ser fuera del tiempo. Ella lleva su tiempo en sí misma.”
“El
miedo a tener que desaparecer del mundo había hecho perder la cabeza
a los hombres grises.”
“miraba,
a través de sus viejas gafas, la porquería de la calle.”
“un
laberinto de regularidad e igualdad.”
“Los
trabajadores tenían tiempo para trabajar con tranquilidad y amor por
su trabajo, porque ya no importaba hacer el mayor número de cosas en
el menor tiempo posible.”
– O
–
Sobre
Momo, de Michael Ende
Momo,
de Michael Ende, es un libro que lleva el rótulo de “literatura
infantil”; mas Ende no incurre en las boberías típicas de los
malos libros para niños. Ende respeta la inteligencia de los
infantes de tal manera que este libro no excluye de su disfrute a los
adultos. Y es que el autor plantea en él cuestiones que llevan a la
reflexión seria, además del placer que ofrece la simple narración
de las aventuras de Momo y sus amigos en su lucha contra los ladrones
de tiempo. Es un libro con una prosa sencilla
que toca lo poético, de fácil lectura, que se desenvuelve de manera
simple;
pero no se crea por ello que es una obra superficial; el lector se
dará cuenta de los llamados de atención que hace el libro hacia
problemas que radican en el fondo de la condición humana, como la
necia insistencia en someterse a formatos de cotidianidad que le
arrebatan la tranquilidad, que le ocultan el placer de lo modesto.