Por estos días uno de los dos grandes
canales privados de nuestro país, cuya programación es en un muy alto
porcentaje basura televisiva, en horario estelar transmite un parapeto llamado
“Bazurto”, un bodrio cuya trama mezcla asuntos de delincuentes de “alta gama” y
el manido romance prohibido de la mujer bonita que echa la basura bajo la
delicada alfombra de su sonrisa y el guapetón, buena gente y adinerado
muchacho. Protagonistas éstos, junto con gran parte de los demás personajes,
cuya piel que si no blanca, a lo mucho trigueña, que frecuentan clubes y
discotecas los cuales muy difícilmente, en la vida real, abrirían sus puertas a
un vendedor de pescado del turbulento mercado público de Cartagena de Indias.
Para colmo de males en esa farsa de título, se complementa con la frase
“bailando con el enemigo”, para hacer alusión al ritmo afrocaribeño que
extiende su soberanía por todas las barriadas del Corralito de Piedra (¿o será
Corralito de Pierda? Ya no sé). ¡Exacto, caro lector!
Y es que parece que la champeta criolla va
camino a convertirse en el Bazurto de Caracol. ¡Basta con ver cómo se ha puesto
de moda entre los jovencitos de buenas familias! Sí, moda, porque no puede ser
otra cosa que antojos de niños bien, que empujados por las emisoras de radio y
algunos grupos que fusionan la de ellos muy amada música electrónica con este
género surgido de las entrañas de los más bajos estratos sociales, ahora crean
que la champeta es una música “cool” para berrochar.
Y esto le viene generando un perjuicio a la
champeta criolla en cuanto a su esencia, porque al igual que el reguetón, va
perdiendo calidad musical y lírica, pues esas letras de antaño que contaban
historias reales o verídicas de los barrios pobres, canciones que no sólo eran
para el recueste, para el perreo, sino que le dejaban a uno un saborcito
amargo, como el Cipriano:
“Mi
madre me tuvo a mí
en
medio de un tiroteo
mi
madre teresa se dijo que niño más feo
es el
Cipriano enmendero
soy
candela yo soy fuego...”
o La mala hierba:
“Ella
decía que mala suerte
la
que me ha dado dios
que
este me ha salido
de
muy mala cabeza...”
O de esas otras que delataban complejos de
inferioridad disfrazados de superioridad, como el Mete mono:
“Ese
tipo es publicista
o
abogado
o
abogado
otros
dicen puro piste
puro
piste...”
De ese tipo de canciones ya no se oye
mucho. Para las emisoras abanderadas de “el coleterismo”, para sus
programadores, todas unas eminencias en música, no se trata de otra cosa que de
entretener. Músicos y público tragan entero, está prohibido pensar, cuando de
lo que se trata es de poner a la gente a perrear.
Hablando de los músicos, ¿qué ha pasado con
los Nando Hernández, los Afinaíto, los Papoman? Ah, sí, algunos han muerto y
otros abrazado el cristianismo (y nace la champeta cristiana); ¿pero ya no hay
gente que escriba canciones como aquellas que mencioné antes, que hablaban del
entorno en que crecieron? Es como si una plaga o maldición hubiese caído sobre
la champeta criolla, y han sido reemplazados por nuevos “artistas” mercenarios
que se ajustan a las exigencias de este nuevo público champetero que paga
boletas (antes hubieran dicho: ¡uy, qué boleta!) más caras o cuando menos pagan
un poco más por el licor y otras sustancias, al momento de asistir a un
concierto, porque hasta eso ha cambiado: ahora son conciertos, no toques, y
esos conciertos son en lugares alejados, en lo que a Barran-kill-a concierne,
de lugares tan peligrosos como los barrios del Sur. Esta “coletera” clase media
alta y alta, asiste a Berbetrónikas en La Aduana o presentaciones en la Alianza
Francesa, pero jamás los veremos en un lote de La Central en Soledad,
bailoteando una champeta criolla clásica como La viuda de pescao, saliendo de
los bafles de uno de esos armatostes llamados picós.
A propósito de los picós, ellos, los
picoteros también se han dejado engañar y están dejando que ese género tan de
raigambre marginal y que debería seguir siendo marginal para que no se pierda
esa voz que habla de los más pobres, de aquellos a los que sólo se les acercan
para posar en la foto como buenos samaritanos, tolerantes y en campañas
politiqueras, la gente bien de todas las ciudades del mundo (salvo las
necesarias excepciones que confirman la regla), se esté banalizando, reguetonizando.
Esa cosa que ahora llaman “champeta urbana” desde la misma concepción del
nombre es un error, porque la champeta siempre ha sido urbana, nació en los
barrios marginales y pobres, pero al fin barrios de ciudades (o al menos eso
creemos que son Cartagena y Barran-kill-a), y eso de llamar “champeta urbana” a
lo que se hace ahora, esa cosa que es más reguetón que champeta, no es más que
un, como diría un viejo con larga barba, embeleco raro. Un blanqueamiento de la
champeta, una estrategia a lo mejor de la industria discográfica buscando
nuevos horizontes, para vender. Ya no serán historias tristes o duras sino
jocosidad, sexo (la champeta siempre ha tenido una importante carga erótica
tanto en el baile como en sus letras, pero era un erotismo, e incluso
pornografía, muy ligado al sentir de la raza negra y de la gente que vive
hacinada en sus pequeñas casas) y, como el reguetón, fanfarronería.
Y cabe preguntarse también cuántos de esos
jovencitos que visten gorras con la visera amplia (los coletos de vieja escuela
usaban la visera doblada), propia de la estética hip hop y reguetonera, no
champetera, habrán sintonizado Madrigal Stereo, la emisora que tiene o tenía
una programación champetera por excelencia, que un amigo mío allá en Isabel
López, hace más de una década, sintonizaba y me daba cátedra de champeta.
Baste citar esto, que conseguí en el sitio
web http://www.cartelurbano.com/content/kevin-florez-el-creador-de-la-champeta-urbana:
“La champeta criolla o tradicional no tenía nada malo, pero es el momento
de mejorar y de que el género llegara a competir a nivel internacional”, cuenta
sobre su estilo musical, que construyó con influencias como Miriam Makeba,
Snoop Dogg o Dr. Dre.
DJ Chawala, según Kevin "el David Guetta de
la costa”, fue el encargado de hacer sonar sus canciones en todos los sistemas
de sonido o picós de ciudades como Barranquilla y Cartagena (...)
“A
muchos les pareció raro, pero poquito a poco se va metiendo. Igual que con el
reggaetón: al principio a la gente no le gustaba, pero se fue familiarizando””.
He aquí uno de los
“éxitos” de este joven (y no es que tenga nada personal contra él, valga la
aclaración, que muchos creen que cuando uno hace este tipo de cosas es porque
existe una rasquiñita contra alguien. Mi rasquiña no es contra alguien en
particular sino contra el daño que se le hace a un género musical tan propio de
la barriada..., y si tomo esto como ejemplo es porque sirve como ejemplo de lo
que quiero decir):
“LETRA 'LA REINA DE LA DISCOTECA'
Y que bien lo baila, esa chica hermosa,
que me pone a gosar, la reina de la discoteca...
Y que bien lo baila, calienta sus caderas,
erótica sexo libera, la reina de la discoteca.
Baila sensual esa mami,
que desde siempre serás para mi,
me hipnotiza con su movimiento,
es la reina del party.
Hermosa, su aroma y su tumbao,
me tiene arrebatao, su belleza me enamora...
Y que bien lo baila, esa chica hermosa,
que me pone a gosar, la reina de la discoteca...
Y que bien lo baila, calienta sus caderas,
erótica sexo libera, la reina de la discoteca.
Mami que bien lo bailas, maravillosa,
no hay nadie que te iguale.
Mami que bien tu danzas, maravillosa,
no hay nadie que te gane...
Contigo es que voy a bailar,
contigo que voy a rumbear,
gozando en la discoteca,
pa darle la noche entera.
Contigo es que voy a bailar,
contigo que voy a rumbear,
gozando en la discoteca,
pa darle la noche entera.
Oh, aquí solos los dos, amaneciendoooo,
como siempre tu y yo, amanecendo en la disco.
Oh, aquí solos los dos, amaneciendoooo,
como siempre tu y yo, amaneciendo en la disco.
Nau nau nau nau nau nau nau nau nau nau.
Kevin Florez, Street Brother, Dj Zafa.
Tu sabes que nosotros estamos comandando.
Y que bien lo baila, esa chica hermosa,
que me pone a gosar, la reina de la discoteca...
Y que bien lo baila, calienta sus caderas,
erótica sexo libera, la reina de la discoteca.
(...)
Mami que bien lo bailas, maravillosa,
no hay nadie que te iguale.
Mami que bien tu danzas, maravillosa,
no hay nadie que te gane...
Oh, aquí solos los dos, amaneciendoooo,
como siempre tu y yo, amanecendo en la disco.
Oh, aquí solos los dos, amaneciendoooo,
como siempre tu y yo, amaneciendo en la disco.
Oh, aquí solos los dos, amaneciendoooo,
como siempre tu y yo, amanecendo en la disco.
Oh, aquí solos los dos, amaneciendoooo,
como siempre tu y yo, amaneciendo en la disco.
Fuente: musica.com”
Copié y pegué, porque
hasta los errores ortográficos sintonizan con la canción. Ustedes, lectores
amados, ¿ven algo en esta canción que la pueda poner al nivel de Braulio el
templao?
“LETRA 'BRAULIO EL TEMPLAO'
(y ataca y ataca terror, el mr. black)
Braulio el hijo de la vecina, el mayor
dejo de ser gallina para volverse raton
(y ahora vengo mas fuerte lucho,
no hay quien me aguante lucho no no no)
No encontraba que hacer al ver la situacion
andaba en vueltas raras para él era la solucion
de la noche a la mañana braulio era el mandon
tremenda camioneta, braulio era el patron
(es que la platica yo me la gano sudando)
ya braulio no va a la iglesia a hablar con papa
dios
ya braulio no se confiesa como braulio cambio
para meterle mano hay que ser un varon
en el barrio le temen es braulio el ladron
(el mr. black)
el que no nada se ahoga asi braulio me decia
me siento en la gloria soy un ladron
pero le llego la hora
y el que la hace aqui la paga
y el que la hace aqui la paga
ya no toma cafe, ya no ve television
ya ha cerrado los ojos por ser un ladron
por andar en la vuelta quedo con la pata estira
tres metros bajo tierra braulio estara
(y aqui esta, y aqui esta el mr. black compa)
Braulio traquetiaba no le importaba que lo veian
o decian le temian le temian ahiii
le decia a la vecina que trabajaba y era mentira
traquetiaba traquetiaba traquetiaba
tiaba tiaba tiaba tiaa
braulio corta harina por ladron ademas de ser
falton
pa que sea serio pa que afine
pa que respete compa
el que no nada se ahoga asi braulio me decia
ya me siento en la gloria soy un ladron
pero le llego la hora
y el que la hace aqui la paga
y el que la hace aqui la paga
(ahi ahi ahi ahi voy a llorar)
(ahi ahi ahi ahi voy a llorar)
(ahi ahi ahi ahi voy a llorar)
Braulio traquetiaba no le importaba que lo veian
o decian le temian le temian ahiii
ya braulio no iba a la iglesia a conversar con
papa dios
ya braulio no se confiesa
braulio el ladron
braulio el ladron
(y el mr. black)
Braulio traquetiaba no le importaba que lo veian
o decian le temian le temian le temian
braulio corta harina por ladron ademas de ser
falton
pa que respete pa que sea serio
pa que afine benja
y aqui termina la historia de braulio el patron
Fuente: musica.com”
También copiado y pegado.
Dense cuenta, caballerazos y damazas, que a Mr. Black lo referencio como
alguien que hacía buena champeta, de aquella que conocí años atrás; ojalá no se
deje arrastrar y siga haciendo buena champeta criolla, con letras similares en
contenidos a esta que les acabo de poner como ejemplo de una clásica champeta
de barrio.
Para finalizar debo dejar
claro que no soy fanático champetero, no está entre mis géneros musicales
favoritos, pero es una música que respeto por lo que representa o pienso (y no
soy el único) que representa, como algo propio de la calle, del barrio, del
pueblo raso.
Fuentes web:
No podía faltar: http://es.wikipedia.org/wiki/Champeta
Fuentes bibliográficas:
Bohórquez Díaz, Leonardo.
La champeta en Cartagena de Indias: terapia musical popular de una resistencia
cultural. Investigación monográfica para optar al grado de antropólogo.
Sanz Giraldo, María
Alejandra. Fiesta de picó: champeta espacio y cuerpo en Cartagena, Colombia. Monografía
de grado para optar al título de antropóloga, 2011.
Contreras Hernández,
Nicolás Ramón. Champeta/terapia: más que música y moda, folclor urbanizado del
Caribe Colombiano, Revista Huellas, Universidad del Norte, Nos. 67 y 68.
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