miércoles, 4 de marzo de 2015

Champeta criolla: de la cruda realidad a la hueca “cheveridad”

Por estos días uno de los dos grandes canales privados de nuestro país, cuya programación es en un muy alto porcentaje basura televisiva, en horario estelar transmite un parapeto llamado “Bazurto”, un bodrio cuya trama mezcla asuntos de delincuentes de “alta gama” y el manido romance prohibido de la mujer bonita que echa la basura bajo la delicada alfombra de su sonrisa y el guapetón, buena gente y adinerado muchacho. Protagonistas éstos, junto con gran parte de los demás personajes, cuya piel que si no blanca, a lo mucho trigueña, que frecuentan clubes y discotecas los cuales muy difícilmente, en la vida real, abrirían sus puertas a un vendedor de pescado del turbulento mercado público de Cartagena de Indias. Para colmo de males en esa farsa de título, se complementa con la frase “bailando con el enemigo”, para hacer alusión al ritmo afrocaribeño que extiende su soberanía por todas las barriadas del Corralito de Piedra (¿o será Corralito de Pierda? Ya no sé). ¡Exacto, caro lector!

Y es que parece que la champeta criolla va camino a convertirse en el Bazurto de Caracol. ¡Basta con ver cómo se ha puesto de moda entre los jovencitos de buenas familias! Sí, moda, porque no puede ser otra cosa que antojos de niños bien, que empujados por las emisoras de radio y algunos grupos que fusionan la de ellos muy amada música electrónica con este género surgido de las entrañas de los más bajos estratos sociales, ahora crean que la champeta es una música “cool” para berrochar.

Y esto le viene generando un perjuicio a la champeta criolla en cuanto a su esencia, porque al igual que el reguetón, va perdiendo calidad musical y lírica, pues esas letras de antaño que contaban historias reales o verídicas de los barrios pobres, canciones que no sólo eran para el recueste, para el perreo, sino que le dejaban a uno un saborcito amargo, como el Cipriano:

“Mi madre me tuvo a mí
en medio de un tiroteo
mi madre teresa se dijo que niño más feo
es el Cipriano enmendero
soy candela yo soy fuego...”

o La mala hierba:

“Ella decía que mala suerte
la que me ha dado dios
que este me ha salido
de muy mala cabeza...”

O de esas otras que delataban complejos de inferioridad disfrazados de superioridad, como el Mete mono:

“Ese tipo es publicista
o abogado
o abogado
otros dicen puro piste
puro piste...”

De ese tipo de canciones ya no se oye mucho. Para las emisoras abanderadas de “el coleterismo”, para sus programadores, todas unas eminencias en música, no se trata de otra cosa que de entretener. Músicos y público tragan entero, está prohibido pensar, cuando de lo que se trata es de poner a la gente a perrear.

Hablando de los músicos, ¿qué ha pasado con los Nando Hernández, los Afinaíto, los Papoman? Ah, sí, algunos han muerto y otros abrazado el cristianismo (y nace la champeta cristiana); ¿pero ya no hay gente que escriba canciones como aquellas que mencioné antes, que hablaban del entorno en que crecieron? Es como si una plaga o maldición hubiese caído sobre la champeta criolla, y han sido reemplazados por nuevos “artistas” mercenarios que se ajustan a las exigencias de este nuevo público champetero que paga boletas (antes hubieran dicho: ¡uy, qué boleta!) más caras o cuando menos pagan un poco más por el licor y otras sustancias, al momento de asistir a un concierto, porque hasta eso ha cambiado: ahora son conciertos, no toques, y esos conciertos son en lugares alejados, en lo que a Barran-kill-a concierne, de lugares tan peligrosos como los barrios del Sur. Esta “coletera” clase media alta y alta, asiste a Berbetrónikas en La Aduana o presentaciones en la Alianza Francesa, pero jamás los veremos en un lote de La Central en Soledad, bailoteando una champeta criolla clásica como La viuda de pescao, saliendo de los bafles de uno de esos armatostes llamados picós.

A propósito de los picós, ellos, los picoteros también se han dejado engañar y están dejando que ese género tan de raigambre marginal y que debería seguir siendo marginal para que no se pierda esa voz que habla de los más pobres, de aquellos a los que sólo se les acercan para posar en la foto como buenos samaritanos, tolerantes y en campañas politiqueras, la gente bien de todas las ciudades del mundo (salvo las necesarias excepciones que confirman la regla), se esté banalizando, reguetonizando. Esa cosa que ahora llaman “champeta urbana” desde la misma concepción del nombre es un error, porque la champeta siempre ha sido urbana, nació en los barrios marginales y pobres, pero al fin barrios de ciudades (o al menos eso creemos que son Cartagena y Barran-kill-a), y eso de llamar “champeta urbana” a lo que se hace ahora, esa cosa que es más reguetón que champeta, no es más que un, como diría un viejo con larga barba, embeleco raro. Un blanqueamiento de la champeta, una estrategia a lo mejor de la industria discográfica buscando nuevos horizontes, para vender. Ya no serán historias tristes o duras sino jocosidad, sexo (la champeta siempre ha tenido una importante carga erótica tanto en el baile como en sus letras, pero era un erotismo, e incluso pornografía, muy ligado al sentir de la raza negra y de la gente que vive hacinada en sus pequeñas casas) y, como el reguetón, fanfarronería.

Y cabe preguntarse también cuántos de esos jovencitos que visten gorras con la visera amplia (los coletos de vieja escuela usaban la visera doblada), propia de la estética hip hop y reguetonera, no champetera, habrán sintonizado Madrigal Stereo, la emisora que tiene o tenía una programación champetera por excelencia, que un amigo mío allá en Isabel López, hace más de una década, sintonizaba y me daba cátedra de champeta.

Baste citar esto, que conseguí en el sitio web http://www.cartelurbano.com/content/kevin-florez-el-creador-de-la-champeta-urbana: “La champeta criolla o tradicional no tenía nada malo, pero es el momento de mejorar y de que el género llegara a competir a nivel internacional”, cuenta sobre su estilo musical, que construyó con influencias como Miriam Makeba, Snoop Dogg o Dr. Dre. 

DJ Chawala, según Kevin "el David Guetta de la costa”, fue el encargado de hacer sonar sus canciones en todos los sistemas de sonido o picós de ciudades como Barranquilla y Cartagena (...)

“A muchos les pareció raro, pero poquito a poco se va metiendo. Igual que con el reggaetón: al principio a la gente no le gustaba, pero se fue familiarizando””.

He aquí uno de los “éxitos” de este joven (y no es que tenga nada personal contra él, valga la aclaración, que muchos creen que cuando uno hace este tipo de cosas es porque existe una rasquiñita contra alguien. Mi rasquiña no es contra alguien en particular sino contra el daño que se le hace a un género musical tan propio de la barriada..., y si tomo esto como ejemplo es porque sirve como ejemplo de lo que quiero decir):

“LETRA 'LA REINA DE LA DISCOTECA'

Y que bien lo baila, esa chica hermosa,
que me pone a gosar, la reina de la discoteca...
Y que bien lo baila, calienta sus caderas,
erótica sexo libera, la reina de la discoteca.

Baila sensual esa mami,
que desde siempre serás para mi,
me hipnotiza con su movimiento,
es la reina del party.
Hermosa, su aroma y su tumbao,
me tiene arrebatao, su belleza me enamora...

Y que bien lo baila, esa chica hermosa,
que me pone a gosar, la reina de la discoteca...
Y que bien lo baila, calienta sus caderas,
erótica sexo libera, la reina de la discoteca.

Mami que bien lo bailas, maravillosa,
no hay nadie que te iguale.
Mami que bien tu danzas, maravillosa,
no hay nadie que te gane...

Contigo es que voy a bailar,
contigo que voy a rumbear,
gozando en la discoteca,
pa darle la noche entera.

Contigo es que voy a bailar,
contigo que voy a rumbear,
gozando en la discoteca,
pa darle la noche entera.

Oh, aquí solos los dos, amaneciendoooo,
como siempre tu y yo, amanecendo en la disco.
Oh, aquí solos los dos, amaneciendoooo,
como siempre tu y yo, amaneciendo en la disco.

Nau nau nau nau nau nau nau nau nau nau.
Kevin Florez, Street Brother, Dj Zafa.
Tu sabes que nosotros estamos comandando.

Y que bien lo baila, esa chica hermosa,
que me pone a gosar, la reina de la discoteca...
Y que bien lo baila, calienta sus caderas,
erótica sexo libera, la reina de la discoteca.

(...)

Mami que bien lo bailas, maravillosa,
no hay nadie que te iguale.
Mami que bien tu danzas, maravillosa,
no hay nadie que te gane...

Oh, aquí solos los dos, amaneciendoooo,
como siempre tu y yo, amanecendo en la disco.
Oh, aquí solos los dos, amaneciendoooo,
como siempre tu y yo, amaneciendo en la disco.

Oh, aquí solos los dos, amaneciendoooo,
como siempre tu y yo, amanecendo en la disco.
Oh, aquí solos los dos, amaneciendoooo,
como siempre tu y yo, amaneciendo en la disco.

Fuente: musica.com”

Copié y pegué, porque hasta los errores ortográficos sintonizan con la canción. Ustedes, lectores amados, ¿ven algo en esta canción que la pueda poner al nivel de Braulio el templao?

“LETRA 'BRAULIO EL TEMPLAO'

(y ataca y ataca terror, el mr. black)
Braulio el hijo de la vecina, el mayor
dejo de ser gallina para volverse raton
(y ahora vengo mas fuerte lucho,
no hay quien me aguante lucho no no no)

No encontraba que hacer al ver la situacion
andaba en vueltas raras para él era la solucion
de la noche a la mañana braulio era el mandon
tremenda camioneta, braulio era el patron
(es que la platica yo me la gano sudando)

ya braulio no va a la iglesia a hablar con papa dios
ya braulio no se confiesa como braulio cambio
para meterle mano hay que ser un varon
en el barrio le temen es braulio el ladron
(el mr. black)

el que no nada se ahoga asi braulio me decia
me siento en la gloria soy un ladron
pero le llego la hora
y el que la hace aqui la paga
y el que la hace aqui la paga
ya no toma cafe, ya no ve television
ya ha cerrado los ojos por ser un ladron
por andar en la vuelta quedo con la pata estira
tres metros bajo tierra braulio estara
(y aqui esta, y aqui esta el mr. black compa)

Braulio traquetiaba no le importaba que lo veian
o decian le temian le temian ahiii
le decia a la vecina que trabajaba y era mentira
traquetiaba traquetiaba traquetiaba
tiaba tiaba tiaba tiaa

braulio corta harina por ladron ademas de ser falton
pa que sea serio pa que afine
pa que respete compa
el que no nada se ahoga asi braulio me decia
ya me siento en la gloria soy un ladron
pero le llego la hora
y el que la hace aqui la paga
y el que la hace aqui la paga
(ahi ahi ahi ahi voy a llorar)
(ahi ahi ahi ahi voy a llorar)
(ahi ahi ahi ahi voy a llorar)
Braulio traquetiaba no le importaba que lo veian
o decian le temian le temian ahiii

ya braulio no iba a la iglesia a conversar con papa dios
ya braulio no se confiesa
braulio el ladron
braulio el ladron
(y el mr. black)

Braulio traquetiaba no le importaba que lo veian
o decian le temian le temian le temian
braulio corta harina por ladron ademas de ser falton
pa que respete pa que sea serio
pa que afine benja
y aqui termina la historia de braulio el patron

Fuente: musica.com”

También copiado y pegado. Dense cuenta, caballerazos y damazas, que a Mr. Black lo referencio como alguien que hacía buena champeta, de aquella que conocí años atrás; ojalá no se deje arrastrar y siga haciendo buena champeta criolla, con letras similares en contenidos a esta que les acabo de poner como ejemplo de una clásica champeta de barrio.

Para finalizar debo dejar claro que no soy fanático champetero, no está entre mis géneros musicales favoritos, pero es una música que respeto por lo que representa o pienso (y no soy el único) que representa, como algo propio de la calle, del barrio, del pueblo raso.

Fuentes web:




Fuentes bibliográficas:

Bohórquez Díaz, Leonardo. La champeta en Cartagena de Indias: terapia musical popular de una resistencia cultural. Investigación monográfica para optar al grado de antropólogo.

Sanz Giraldo, María Alejandra. Fiesta de picó: champeta espacio y cuerpo en Cartagena, Colombia. Monografía de grado para optar al título de antropóloga, 2011.

Contreras Hernández, Nicolás Ramón. Champeta/terapia: más que música y moda, folclor urbanizado del Caribe Colombiano, Revista Huellas, Universidad del Norte, Nos. 67 y 68.




No hay comentarios: