miércoles, 4 de marzo de 2015

Smerdiakov



Smerdiakov. Este personaje me intriga y trataré de explicar por qué, brevemente. Ya vimos todo lo que se habló de él en el juicio, los razonamientos del fiscal y la defensa acerca de su personalidad y proceder. Va mi versión de su personalidad (o alma, o espíritu, si así lo prefieren):
         Smerdiakov vivió siempre resentido, y tenía poderosos motivos para ello, y en esto ya coincidía con el defensor de Mitia desde mucho antes de leer sus alegatos. Hijo de una pobre tarada que vagaba por las calles y dormía en cualquier parte, y que fue violada una noche, lo más probable por Fiodor Pavlovitch, en el mismo jardín donde nació Smerdiakov, el jardín de la casa Karamazov. Su madre muere durante el parto y Smerdiakov queda, en casa de su muy probable padre, al cuidado de los criados de éste, en la vivienda destinada para ellos. Crece y vive como sirviente en casa de Fiodor Karamazov, quien, por aptitudes y actitudes que demuestra Smerdiakov, y tal vez también por reconocer, pero sólo para sí mismo, sin llegar a decirlo ni insinuarlo nunca a nadie, que Smerdiakov es hijo suyo, le llega a tomar confianza e incluso lo envía a Moscú a estudiar para cocinero, claro, como es de suponer el Fiodor, sin dar sino apenas lo necesario o un poco menos a su futuro cocinero. ¿Qué pasa por la cabeza de Smerdiakov cuando su muy probable padre lo envía a estudiar cocina a la capital del país? Creo yo que se convence de que es hijo de Fiodor, pero ya sabe cómo es Fiodor con sus hijos: Grigori, el sirviente que lo ha criado, también tuvo bajo su cuidado por mucho tiempo a Mitia, el hijo legítimo mayor de Fiodor Pavlovitch. Empieza el odio hacia este viejo que ciertamente es detestable.
         Smerdiakov no tiene ni una pizca de tarado, como lo fue su madre, ¡todo lo contrario, es muy inteligente, tanto o más que su (y ya asumamos que sí es un Karamazov bastardo) hermano Iván. Es muy inteligente, pero está lleno de odio y resentimiento, y no tomaré como otro factor que explique su forma de ser el ateísmo, ya que no convengo con  el narrador personaje ni con el mismísimo señor Dostoievski en este ítem, ya para no extenderme mucho en esto sólo diré que yo afirmo que no tener fe en ningún dios no necesariamente implica carecer de ética, de diferenciar lo que está bien de lo que está mal, porque esto se puede tener, pero afirmado en otras bases que no tienen nada que ver resurrección, Cielo e Infierno. Smerdiakov no sólo siente odio contra Fiodor Pavlovitch por haber lanzado su semen al interior de su madre, que también detesta por lo que era, y de esta manera haber nacido, y además nunca reconocerlo como hijo suyo y mantenerlo como un sirviente, al cual se insulta y menosprecia a cada rato; siente también odio contra sus hermanos, porque éstos no lo miran como a un igual, como a un hermano, y en esto culpo hasta al mismo héroe del personaje narrador, al muy simpático y pío Aliocha. Iván y Mitia lo tratan como a un gusano, y de Aliocha no vemos un gesto indiferente al que tiene con cualquier otra persona, tal como sí lo hace con Iván y Mitia; Aliocha no demuestra un cariño de hermano a Smerdiakov, es más, hay cierto recelo de su parte.
         Smerdiakov se forjó intelectualmente a pulso, de manera autodidacta más que todo. Grigori le enseñó a leer y escribir y lo demás corrió por su cuenta. Iba a la biblioteca de Fiodor y leía algunos de sus libros. Su inteligencia pronto lo llevó a cuestionar muchas cosas, sobre todo temas de carácter teológico, y no podía ser de otro modo, dadas sus circunstancias. Se encontró con el nihilismo, y el nihilismo, unido a su odio, a su desprecio por los demás porque se vio a sí mismo como un hombre superior por su inteligencia, pero condenado a ser un miserable sirviente, lo llevó a concebir su gran plan de venganza en contra de su familia.
         ¡Claro que se instruyó por su cuenta! ¡Sabía tocar guitarra y cantar canciones a una muchacha que se interesó en él! Smerdiakov no amaba a esa muchacha, no amaba ni estimaba a nadie, ni a Grigori y Marta, que lo habían criado. Los odiaba a todos porque en el fondo se odiaba a sí mismo. Odiaba a la Madre Rusia en la que había nacido, al dios de los rusos porque permitió que tuviera esa existencia vil y a todos los rusos que lo habían encasillado en el lugar de sirviente sin reparar en su origen noble como hijo de Fiodor Karamazov.
         Deseaba largarse de la miserable ciudad en que vivía, abrir un negocio propio, ¡irse de Rusia hacia tierras en donde su forma de pensar e inteligencia encontraran semejantes! Necesitaba dinero y concibió el plan de matar al padre logrando que su hermano mayor, Mitia, apareciese como culpable del asesinato y enloqueciendo a su rival en cuanto a inteligencia: su hermano Iván. Aliocha caería, por su pasión de Karamazov, de su pureza religiosa hacia una vida vil luego de perder su fe (esto es lo que infiero yo, pues contra Aliocha no hay nada en este plan que directamente vaya destinado a destruirlo). Sin embargo, cuando el parricidio se hubo consumado, Smerdiakov, más nihilista que nunca, dejó atrás su idea de establecerse en otra parte y es por esto que, para torturar más a Iván, le da el dinero que había robado para tal fin, burlándose de éste. Su único objetivo ahora es destrozar a toda su familia, los Karamazov, los que siempre lo menospreciaron. Su enfermedad, que inesperadamente se ha recrudecido, lo ha llevado a este cambio de planes. ¿Por qué la epilepsia se ha mostrado peor que en otras ocasiones? No, sin duda, por cargos de conciencia, por remordimientos. Smerdiakov ha tenido que hacer esfuerzos mentales y físicos que lo han agotado (recordemos que físicamente es endeble), y esto le ha hecho pensar en si valía la pena seguir viviendo. ¿Por qué no disfrutar de este triunfo en su totalidad, evitar futuras angustias, futuros dolores? ¡Marcharse de esta vida victorioso! Ha matado al padre, Dmitri será condenado sin duda e Iván enloquecerá; sólo faltaría ver la caída de Aliocha del altar, pero eso se toma un tiempo mucho mayor y algo enojoso podría suceder. Que baste con saber que Aliocha queda manchado por ser un Karamazov. Smerdiakov se suicida, y ha ganado.

                                                         Domingo José Bolívar Peralta

No hay comentarios: